THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA

THE MONUMENT VALLEY, ARIZONA, USA
La magnificencia del paisaje en The Monument Valley, la belleza del entorno, las reminiscencias de un pasado de tantos y tantos viajeros que cruzaron el Far West, protagonizando aventuras míticas entre las tribus indias y buscando un futuro mejor...Y al igual que esa ruta invita a seguir hasta más allá del horizonte, hasta el infinito, el Monument Valley, suscitando mil experiencias viajeras y recuerdos, se convierte en el icono de este blog que pretende rememorar las emociones y experiencias del conocimiento de nuevas tierras, nuevas culturas y nuevas gentes. Sin descartar que invada la nostalgia evocando vivencias personales de épocas ya pasadas pero nunca olvidadas.

lunes, 2 de septiembre de 2013

PERIPLO POR EUROPA 2013 (IV): CRUZAR POLONIA, DESDE SUBCARPATIA HASTA CUYAVIA-POMERANIA, LLEGANDO A RYPIN Y PASANDO POR SILESIA Y LODZ



Rypin [rɨp ʲ a] es una ciudad en Polonia , en Cuyavia y Pomerania , a unos 50 km al este de Torun . Es la capital del condado de Rypin . La población es 16.950 (2009).

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Polonia (en polaco: Polska) —oficialmente, la República de Polonia (Rzeczpospolita Polska)— es un país ubicado en la porción oriental de la Europa Central miembro de la Unión Europea (UE). Limita al norte con el mar Báltico y el óblast de Kaliningrado, (que pertenece a Rusia aunque sin conexión con ella), al noreste con Lituania, al este con Bielorrusia, al sureste con Ucrania, al sur con la República Checa y Eslovaquia y al oeste con Alemania. Su capital y ciudad más poblada es Varsovia (1.777.000 hab.) situada en el centro-este del país.
El territorio polaco comprende en su porción más
grande al norte parte de la gran llanura europea y abarca al sur territorio montañoso de los Sudetes, los Cárpatos y la Sierra de la Santa Cruz. Su capital y ciudad más poblada es Varsovia, la capital histórica de Mazovia, aunque para muchos polacos, es más importante la antigua capital, Cracovia, y Posnania, la capital antigua de los Polanes, ancestros de Polonia.

La creación de una nación polaca es frecuentemente identificada con la adopción del cristianismo por su monarca Miecislao I en 966, cuando su territorio era similar al de la Polonia moderna. El Reino de Polonia fue formado en 1025, y en 1569 cimentó una larga asociación con el Gran Ducado de Lituania al firmar la Unión de Lublin, mediante la cual se erigió la Mancomunidad Polaco-Lituana. La Mancomunidad colapsó en 1795, y el territorio polaco fue repartido entre Rusia, Prusia y Austria. Polonia recobró su independencia tras la Primera Guerra Mundial como la Segunda República Polaca, pero fue ocupada por la Alemania nazi y la Unión Soviética al estallido de la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939. Polonia perdió más de seis millones de ciudadanos en la guerra y emergió como la República Popular de Polonia bajo la influencia soviética.

Durante las Revoluciones de 1989, el gobierno comunista fue derrocado y luego sucedido por lo que constitucionalmente se llama la Tercera República de Polonia. Políticamente, la república es un Estado unitario subdividido en dieciséis voivodatos (Województwo), miembro de la Unión Europea desde 2004.

Historia

Antes del Reino Polaco

Los homínidos parecen haber estado presentes en la actual Polonia desde hace quinientos mil años. Los eslavos se asentaron en este territorio desde hace 1500 años y la historia de Polonia como estado casi abarca un milenio. El territorio ocupado por Polonia ha variado enormemente durante su historia. En el siglo
XVI, durante la Mancomunidad polaco-lituana, formaba la nación más grande de Europa, antes del crecimiento del Imperio ruso. Más tarde no existió una estructura polaca independiente. Polonia recupera su independencia en 1918, después de más de un siglo de gobierno por parte de sus vecinos, pero sus fronteras son alteradas nuevamente después de la Segunda Guerra Mundial.

Reino de Polonia 1025-1569

En el siglo X aparece Polonia como nación; la gobernaron una serie de fuertes líderes que convirtieron a los polacos al cristianismo, crearon un reino poderoso e integraron a Polonia en la cultura europea. En el siglo XIII la fragmentación interna provoca la erosión de la nación inicial, pero a lo largo del siglo se consolida la base de un nuevo estado dominante que estaba por llegar.

La Dinastía Jogalia (1385–1569) formó la Mancomunidad polaco-lituana, comenzando con el gran duque lituano Jogaila. En 1385 se unió con Lituania tras la coronación como rey de Vladislovas II Jogaila.

Gracias a la cooperación de ambos países, los ejércitos lituano y polaco vencieron a la Orden Teutónica en la Batalla de Grünwald en 1410. Fue la mayor batalla en suelo europeo librada en todo el siglo XV. La amistad fue beneficiosa para los polacos y lituanos, que jugaron el papel dominante en uno de los imperios más importantes de Europa por los siguientes tres siglos.

República de las Dos Naciones

El Nihil novi, acta adoptada por el Sejm en 1505, transfirió más poder legislativo al Sejm que al monarca. Este evento marcó el principio del periodo llamado la «Mancomunidad de los nobles» cuando el estado era gobernado por «libres e iguales», la szlachta. La Unión de Lublin de 1569 estableció a la Mancomunidad polaco-lituana como un participante muy influyente en la política y cultura europeas.

Durante las varias invasiones a Rusia (1605-1618), debilitada por el Período Tumultuoso, las tropas de la Mancomunidad tomaron Moscú del 27 de septiembre de 1610 al 4 de noviembre de 1612, hasta que fueron expulsados por el alzamiento patriótico de Rusia.

El poder de la mancomunidad decayó después del doble ataque de 1648. El primer ataque supuso la mayor rebelión cosaca, ayudada por el Kanato de Crimea, en los territorios orientales de Kresy
 que resultó en pedir la protección del Zar.

En 1651, debido a la creciente amenaza de sus aliados tártaros, el atamán cosaco Jmelnytsky pide al Zar Alekséi Mijáilovich Románov que incorpore Ucrania como un ducado autónomo bajo la protección rusa(1654). Así agregando influencia en Ucrania gradualmente suplantan a Polonia como una nación. El otro ataque a la mancomunidad fue la invasión sueca en 1655 ayudada por Transilvania y Brandeburgo, conocida como la Avalancha.

En la segunda mitad del siglo XVII, la debilitada mancomunidad bajo el reinado del rey Juan III Sobieski en alianza con el emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico, Leopoldo I de Habsburgo, vence al Imperio otomano en la batalla de Viena, que marca el final de 250 años de conflictos entre la Europa cristiana y el Islam otomano. Por su resistencia a los avances musulmanes, se ganó el nombre de "Antemurale Christianitatis".

Durante los siguientes 16 días (en la "Guerra Turca"), los turcos fueron permanentemente dirigidos al sur del Danubio, y nunca más volverían a amenazar la Europa central.

Particiones y ocupación

En el siglo XVIII la democracia de los nobles gradualmente declinó en la desorganización, haciendo a la en su día poderosa mancomunidad, vulnerable a las influencias extranjeras. Eventualmente todos quisieron una parte de Polonia, y la obtuvieron, borrando a Polonia del mapa en 1795. La idea de independencia polaca fue guardada hasta el siglo XIX. La localización de Polonia en el centro de Europa se volvió significativa en un periodo en que Prusia y la Rusia Imperial estaban intensamente involucrados en las rivalidades y alianzas europeas y los estados modernos se establecían por completo en el continente.

Desde el verano de 1915, Alemania y Austria-Hungría habían ocupado todos los territorios históricamente polacos, gracias a la eficacia de la ofensiva de Gorlice-Tarnów. Los alemanes propusieron la creación de un reino polaco el 5 de noviembre de 1916. La elección de un rey fue pospuesta, siempre considerándose como candidatos a miembros de la nobleza de la Casa de Habsburgo. La independencia
Palacio real Varsovia
de este estado polaco ocupado militarmente era dudosa, y el Gobernador General alemán, Coronel General Hans Hartwig von Beseler, ejercía el poder de facto.

Segunda República Polaca

Con la firma del Armisticio de Compiègne, el Gobernador von Beseler cedió el poder al General polaco Józef Piłsudski el 11 de noviembre de 1918. 
Esta transferencia de poder significó el establecimiento del primer estado polaco independiente en más de doce décadas. Luego de una sublevación polaca en territorios de Alemania, Polonia ganó más terreno. En el Tratado de Versalles, se reconoció internacionalmente la independencia polaca, y su frontera occidental fue definida, siendo la creación de un corredor polaco una de las innovaciones más polémicas. Si bien Polonia estuvo en paz con Alemania, su integridad territorial estaba lejos de ser segura.

En efecto, algunas regiones pobladas por ucranianos dentro de Austria-Hungría declararon sus intenciones de independizarse bajo el nombre de la República Nacional de Ucrania Occidental, en octubre de 1918. Dichas regiones incluían a Galitzia, la Rutenia Transcarpática y la Bukovina. La República Popular Ucraniana había negociado secretamente dichos territorios con los austro-húngaros desde febrero del mismo año, siendo decepcionada finalmente. La mayoría polaca en Leópolis, capital de nuevo estado, no deseaba formar parte de una Ucrania occidental, e iniciaron un levantamiento anti-ucraniano. Dicho levantamiento recibió rápido apoyo polaco, lo que motivó que las dos repúblicas ucranianas se unieran en enero de 1919 (véase Guerra Polaco-Ucraniana) Esta unión fue simbólica, ya que no significó ninguna mejoría para la situación militar de los ucranianos de la Galitzia. Hacia julio de 1919, los ejércitos ucranianos fueron derrotados y los territorios de la Ucrania occidental fueron asimilados por Polonia. Dicha anexión no sería reconocida por la Sociedad de Naciones hasta marzo de 1923.

La República Popular Ucraniana reconoció las victorias polacas en el oeste, a cambio de recibir apoyo en la Ofensiva de Kiev,cuyo objetivo era asegurar la creación de un estado ucraniano con fronteras sólidas ante los bolcheviques. El inicio de la Guerra Polaco-Soviética no dio
río Vístula en Modlin
los resultados esperados: una contraofensiva soviética devolvió a los polacos a sus fronteras y aún más allá. A inicios de agosto de 1920, unidades del Ejército Rojo, comandadas por el comandante Mijaíl Tujachevski, se acercaron a Varsovia, en lo que se consideraba el último paso de la subyugación de Polonia. El resultado de la batalla de Varsovia dio un vuelco sorprendente el 16 de agosto, cuando tropas de reserva al mando del general Józef Piłsudski contraatacaron, expulsando a los soviéticos de Polonia. Una segunda derrota importante en la batalla del Río Niemen, motivó a los bolcheviques a proponer un tratado de paz. Polonia, exhausta, aceptó definir una nueva frontera luego de una serie de cortas negociaciones. La nueva frontera fue plasmada en la Paz de Riga. Durante la guerra, los territorios destinados para el estado ucraniano fueron absorbidos por Polonia y la recién establecida Ucrania soviética.

Polonia también luchó dos guerras cortas contra Checoslovaquia y Lituania en 1919 y 1920 respectivamente (véase Conflicto fronterizo polaco-checoslovaco y Guerra Polaco-Lituana), anexionando la capital lituana Vilnius y 20% del territorio en la última y logrando un arreglo fronterizo en la primera. Con Lituania se mantuvo en estado de guerra hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial, cuando miles de militares polacos pidieron asilo en Lituania, escapando del ejército nazi.

Aunque la política polaca durante el período de entreguerras estipulaba que la alianza militar con Francia obtenida en los Tratados de Locarno era la mejor garantía contra Alemania y la Unión Soviética, esto no impidió que Polonia firmara pactos de no-agresión con los soviéticos en 1932. Aunque los bolcheviques amenazaron con romper el pacto si Polonia ocupaba territorios checoslovacos durante la Crisis de los Sudetes, estas amenazas no se cumplieron, y Polonia se anexionó Zaolziey otras regiones con minorías polacas. Este pacto fue reafirmado en 1938.

Polonia también firmó un pacto de no-agresión con la Alemania Nazi en 1934. Luego de que los polacos se negaran a permitir que la Ciudad libre de Dánzig fuera devuelta a Alemania, Hitler anuló el pacto en abril de 1939.

Segunda Guerra Mundial.

El 1 de septiembre de 1939, Alemania invadió Polonia. Dos días después, el Reino Unido y Francia le declararon la guerra al país agresor, dando inicio a la Segunda Guerra Mundial. El 17 de septiembre, comenzó la invasión soviética de Polonia. El ejército alemán y los soviéticos no se atacaron entre sí y se dividieron Polonia, como habían acordado en una cláusula secreta del Pacto Ribbentrop-Mólotov.

Los alemanes configuraron una Guerra relámpago muy efectiva, en la cual avanzaron rápidamente por territorio polaco. En la conquista de Polonia, los nazis lanzaron bombardeos y devastadores ataques que llevaron al deterioro de la nación. Al ver la resistencia polaca, los alemanes endurecieron sus ofensivas y atacaron potentemente las ciudades polacas, destruyéndolas parcialmente y matando a miles de personas. Al ver la superioridad del enemigo, Polonia se rinde a comienzos de octubre de 1939, dándose inicio a la sombría ocupación nazi del país.

Los invasores nazis establecieron en Polonia campos de exterminio, a
los cuales enviaban a la población judía del país así como de otros países ocupados por los nazis. Además de judíos, a los campos de exterminio también llegaron gitanos y en general, todas las personas a quienes los nazis consideraban enemigas de Alemania. Los nazis también encerraron a los judíos en ghettos dentro de ciudades como Varsovia y Lodz. Dentro de los ghettos el hacinamiento, el hambre y las enfermedades se cobraron también la vida de muchas víctimas. En ellos se seleccionaba a las personas que serían enviadas por ferrocarril a los campos de exterminio. El 19 de abril de 1943, los judíos del ghetto de Varsovia se levantaron en armas contra los nazis. Estaban al mando de Mordecai Anilewicz. El levantamiento fue aplastado el 6 de mayo de 1943. Casi la totalidad de la población judía de Polonia fue exterminada por los nazis y sus simpatizantes.

En agosto de 1944, comenzó el Alzamiento en Varsovia. El Alzamiento de Varsovia tuvo lugar durante la ocupación nazi de Varsovia durante la Segunda Guerra Mundial. Fue planificado por el Armia Krajowa o Ejército Territorial, que representaba al gobierno constitucional en el exilio. Formaba parte de la llamada Operación Tempestad, cuyo objetivo era liberar Polonia antes de que lo hiciera la Unión Soviética. Las tropas polacas sostuvieron durante 63 días el asedio alemán, pero ante la falta de apoyo aliado, finalmente fueron superadas por las mucho mejor equipadas tropas alemanas. El final de la contienda se saldó con 250.000 civiles de Varsovia muertos, la mayoría ejecutados, y más del 85% de los edificios de la ciudad destruidos.

Alemania administró el núcleo de los territorios polacos bajo su
Rogowo
control bajo la forma del Gobierno General, siendo anexados a Alemania las regiones más occidentales. La fuerzas de la Alemania nazi fueron forzadas a retirarse por el Ejército Rojo y voluntarios polacos, creándose en la posguerra la República Popular de Polonia, Estado socialista satélite de la Unión Soviética. Sus fronteras, establecidas en la Conferencia de Potsdam, sufrieron un cambio drástico, ya que la «Línea Curzon A», establecida en el oriente, despojó a Polonia de territorios que recuperó en el oeste bajo la «Línea Oder-Neisse», a expensas de Alemania.

La Segunda Guerra Mundial causó en Polonia un trauma abrumador. Las ciudades polacas fueron destruidas y el 20% de la población había sido asesinada por los alemanas o había muerto por los ataques. Gran parte de la identidad de la nación fue ultrajada y el 80% de los edificios importantes fueron reducidos a escombros. La reconstrucción del país se llevó a cabo en la Guerra Fría, alcanzándose completamente sólo en la década de 1980.

República Popular de Polonia

Al final de la Segunda Guerra Mundial, la URSS se quedó con el territorio de Polonia hasta la línea Curzon y los territorios de Königsberg; en compensación, se acordó en los acuerdos de Postdam que la frontera oeste de Alemania se desplazara a la línea Oder-Neisse, con lo que finalmente Polonia solo perdió el 20% de su superficie restando lo que le quitó la URSS de lo que ganó de Alemania. Esto generó la salida forzosa de varios millones de polacos de sus tierras, y de varios millones de alemanes de las suyas.

Tercera República Polaca

A fines de los años 1980 un movimiento de oposición al gobierno, encabezado por el sindicato obrero Solidarność logró poner en jaque el régimen comunista, apoyado por las potencias occidentales y la Iglesia Católica, que logró influir en el proceso, a través de sus líderes, para afianzar la
restauración de las libertades democráticas, así como al capitalismo y el libre mercado como bases del sistema económico (ya iniciada a través de reformas de liberalizadoras por la anterior administración) bajo un régimen multipartidista electoral parlamentario, dando lugar al moderno Estado polaco, que cambió su nombre oficial a República de Polonia. Polonia ingresó a la Unión Europea en 2004.
(De Wikipedia y otras fuentes)

 
Una vez superada la frontera ucraniano-polaca con
tanta comodidad y rapidez como la que habíamos podido disfrutar a la ida, y después de haber pernoctado otra vez en el acogedor Zajazd Polonezs, de Tuczempy, la siguiente “aventura” se nos planteaba para ir desde las cercanías de Jaroslaw, en la Subcarpatia, hasta Rypin, en Cuyavia-Pomerania, donde teníamos previsto el encuentro con una compañera, socia y muy buena amiga, y su familia.
El trayecto no parecía demasiado largo ..unos 650 kilómetros.. pero nos puso en guardia el aviso del navegador de que que para ese recorrido íbamos a necesitar entre 9 y 10 horas de viaje.

Estudiamos si atajar desde Jaroslaw, por Brezsow hasta Lublin, alcanzar Varsovia y desde la capital
llegar a Rypin, o si era preferible tomar la autopista A4 cerca de Tarnow, llegar hasta Krakow, alcanzar Katowice, y desde las cercanías de esta ciudad, seguir por la autovía que se dirige a Lodz, a través de Czestochowa y Piotrkow Tribunalsky, continuando después, ya por carretera ordinaria,  la 1, hacia Wloclawek, y allí desviar a Lipno, para encarar la carreterita directa a Rypin.

Optamos por esta segunda posibilidad, y para comenzar hubimos de sufrir con resignación de conductor veterano, unos cien kilómetros de carretera nacional polaca, en domingo, con más coches que hormigas, semáforos, ciudades, y nula posibilidad de adelantamientos, de tal manera que en ese centenar de kilómetros invertimos ¡dos horas!.

La autopista que tomamos en Tárnow nos compensó en cierta manera, porque a más de 140 km/hora (recuérdese que ésta es la velocidad autorizada en las autopistas –solo en las de peaje— de Polonia), y bordeando la región de Silesia llegamos hasta Katowice, para desviar por la autovía hacia el norte, punto en el que la  magnífica autopista de peaje
se transformaba en una autovía de pavimento bastante deteriorado, con salidas y entradas a derecha e izquierda, y un montón de cruces, con más semáforos.

La media de velocidad volvió a reducirse a no más de 70 km/hora, por lo que nos armamos de paciencia y seguimos prosperando por la Polonia central, hasta Lodz, ciudad importante, toda ella en obras, y cuya circunvalación nos requirió más de media hora, tomando la carretera nacional 1, que se dirige hacia Gdansk, en la que volvimos a la consabida “cola” de coches y más coches, con líneas continuas de más de tres kilómetros en el eje de la carretera , y, en fin, lentitud exasperante. Tan es así que, pese a haber salido de Tuczempy a las 7’30 de la mañana, ya comprobamos que eran las 3 de la tarde, y hasta nuestro destino final de Rypin, unos 150 kms. demoraríamos dos horas más, como así aconteció.

Cruzamos entre Wroclawek y Lipno en gran río Vístula (el que pasa por Varsovia), y nos adentramos ya en la región de Cuyavia-Pomerania, abundante en bosques, de verdes y  bellos paisajes, muy sugerente de posibilidades bucólicas.

Por fin, a las cinco de la tarde, con la cabeza ya en forma de semáforos, rayas continuas, cruces, etcétera, alcanzamos Rypin y la casa de nuestros compañeros, y sin embargo amigos, Ewa y Miguel, que se alojaban en la bonita edificación de los padres de ella, el siempre alegre Hendryk y la atenta y cariñosa Anna.

Se nos recibió con la proverbial amabilidad de los polacos y de esta familia, y hasta se nos dispuso la comida en la mesa, que degustamos con placer, pues las carnes y demás condumios, con la exquisita calidad de los guisos caseros, completaron nuestra avidez de conocimiento y…de alimento.

La hospitalidad con que se nos acogió permitió que se nos llevara de excursión, a través de la pequeña
población de Rogowo, hasta los bosques y lagos próximos, un auténtico paraíso, lleno de paz y sosiego, y así pudimos disfrutar viendo cómo Miguel y su hijo Erik se bañaban en el lago, y cómo Henryk se regocijaba pescando infinidad de peces que devolvía vivos al agua.

Cuando la noche fue cayendo sobre el verde y boscoso paraje, una abundante barbacoa, con embutidos y carnes de la región, nos requirió una abundante bebida, especialmente el magnífico vodka polaco, que puso fin a una jornada larga (por el interminable viaje), pero intensa de vivencias y emociones.

Por fin estábamos en el corazón de Polonia, con extraordinarias gentes y las maravillas de la naturaleza polaca, respirando el ozono de unos preciosos bosques y sintiendo la atmósfera de cariñosa acogida.

Así de bien descansamos en Cuyavia-Pomerania…
!Habrá que volver con más tiempo!

SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA